Monday, May 2, 2016

“Profesionalismo” – Un Valor Personal en Decadencia – 2 Parte

Siguiendo con la serie de Profesionalismo, en esta ocasión hablamos de cómo ganarse la Confianza, el valor de ser Honesto, Sincero y Transparente y como ser Honorable a través de la Integridad.

¿Cómo ganarse la Confianza?

Sea digno de confianza: En la sociedad profesional de hoy día existe un gran problema con la demostración de confianza. Cualquier empleado que exhiba confiabilidad está en una vía rápida para el profesionalismo. La confiabilidad es sobre el cumplimiento de una tarea asignada y con intensión de no defraudar las expectativas. Con el fin de ganar la confianza de sus jefes y colegas, el valor y la integridad deben ser demostrados con el tiempo.

Algunos pasos para ganar confianza:

·         Analice cual va a ser el punto de contacto con su jefe o asociados de negocios. Ejemplo, van a desarrollar un nuevo proyecto de energía renovable en su empresa y usted ha sido escogido para administra el proceso de investigación, compra e implementación.                     

La pregunta es: Tiene usted todo el conocimiento necesario para ejecutar con éxito o fue escogido porque tiene todas las capacidades para aprender rápidamente un nuevo proceso. De igual manera tiene que demostrarle a su jefe que puede confiar en usted para el desempeño del proyecto.

·         Busque todos los datos posibles para el desarrollo del proyecto. Esto le dará la auto confianza y seguridad necesaria para hablar con propiedad.

·         Investigue todos los tipos diferentes de energía renovable; los pro y contra de cada uno.                   ¿Cuál es la mejor alternativa para su empresa?

·         No se olvide de analizar los costos del proyecto, la seriedad y finanzas de la empresa a escoger para la implementación.

·         No olvide hacer un análisis de precios y de la competencia.

·         Divida el proyecto por faces para que su dirección y seguimiento sea más fácil de controlar.


Honestidad y Decencia

Sea honesto, abierto y transparente: La honestidad es una faceta del carácter moral que connota atributos positivos y virtuosos tales como veracidad, la rectitud de conducta, lealtad, imparcialidad, la sinceridad, la apertura en la comunicación y en general operar de una manera para que otros puedan ver lo que se llevan a cabo las acciones. Esta es una virtud muy apreciada por los empleadores y compañeros de trabajo, ya que genera confianza y aumenta su valor personal para todos.

Honesto:  La honestidad es un valor moral fundamental para entablar relaciones interpersonales basadas     en la confianza, la sinceridad y el respeto mutuos. Una persona que actúa con honestidad lo hace siempre apoyada en valores como la verdad y la justicia, y no antepone a estos sus propias necesidades o intereses.
Para el filósofo romano Marco Tulio Cicerón, “la honestidad se realiza por el cumplimiento de las obligaciones que se encuentran presentes en todas las actividades de la vida humana. La honestidad se contrapone a lo útil, al placer y al dolor (en contra de los Epicúreos) y representa el fin mismo al que debe aspirar el ser humano para ser recto”.
Las obligaciones surgen de los cuatro principios (virtudes cardinales) que, de forma unida y mutuamente dependientes, conforman la honestidad:
1.     Prudencia (y sabiduría): De aquí la obligación de descubrir la verdad (distinguir los actos buenos de los malos y el conocimiento teórico en general)
2.     Justicia (y beneficencia): De aquí la obligación de mantener la unión y sociedad entre los hombres (tanto no dañar a los demás como servir a los demás)
3.     Fortaleza: de aquí la obligación de mantener la grandeza y excelencia del ánimo para realizar las acciones.
4.     Templanza: De aquí la obligación de mantener el orden, moderación y constancia de los actos

Decencia:  Del latín decentĭa, es el recato, la compostura y la honestidad de cada persona. El concepto permite hacer referencia a la dignidad en los actos y en las palabras. Por ejemplo: “No me gustan los espectáculos que transcienden los límites de la decencia”, “Encontrar un político con decencia es tan difícil como hallar una aguja en un pajar”, “Si el entrenador tuviera decencia, ya debería haber renunciado”.
Puede definirse a la decencia como el valor que hace que una persona sea consciente de la propia dignidad humana. Por eso, prefiere guardar su cuerpo, pensamiento y sentidos para evitar exponerlos a la morbosidad.

La decencia suele asociarse a la desnudez o a la provocación sexual. La persona indecente se muestra sin ropa o con vestimenta inadecuada en público y mantiene una actitud provocativa mas allá de la intimidad: “Mira esa mujer, es evidente que no tiene ningún sentido de la decencia”, “Disculpa que te lo diga, pero ese traje de baño no guarda tu decencia”, Tal vez no haya ascendido en la empresa porque siempre conserve mi decencia y nunca visite la casa del jefe”.

Al tratarse de una noción algo abstracta, puede resultar complicado explicarle a un niño que es la decencia  e instruirlo al respecto. Los psicólogos afirman que la decencia debe enseñarse en todo momento a partir del ejemplo propio, tanto en conversaciones como en los gestos, las actitudes y la vestimenta. Es importante trabajar en la difusión de este valor que los pequeños no tienen conciencia sobre las consecuencias de un comportamiento indecente e inapropiado.

La decencia es uno de los valores más importantes para darnos a respetar.
Honorable e Integro

Siempre sea honorable y actué con integridad: Acción honorable se está comportando de una manera que retrata "la nobleza del alma, la magnanimidad, y un desprecio de la maldad" que se deriva de la conducta virtuosa y la integridad personal. Se trata de un concepto de "totalidad o integridad" de carácter en función de determinados valores,  las creencias, y los principios con coherencia en la acción y el resultado.

Tres ejemplos de honorable:

1. Que es digno de respeto y admiración un honorable empresario
2. Que es propio de personas honradas profesión honorable
3. Tratamiento honroso que reciben personas con ciertos cargos importantes     
    el honorable juez de la Suprema Corte de Justicia

Integridad: La integridad es el estado de lo que está completo o tiene todas sus partes, es la totalidad,       la plenitud. Lo íntegro es algo que tiene todas sus partes intactas o puras.
Una persona íntegra es aquella que siempre hace lo correcto, al referirnos a hacer lo correcto significa hacer todo aquello que consideramos bien para nosotros y que no afecte los intereses ni las sensibilidades de las demás personas.
La palabra integridad proviene del latín integrîtas, -ãtis (totalidad, virginidad, robustez y buen estado físico), pero el vocablo se deriva del adjetivo integer (intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un mal). Se compone de in- (no) y una raíz que es la misma que la del verbo tangere (tocar o alcanzar), es la pureza original y sin contacto o contaminación con un mal o un daño (físico o moral).
Integridad se traduce como honrado, honesto, respeto por los demás, directo, apropiado, responsable, control emocional, respeto por sí mismo, puntualidad, lealtad, pulcro, disciplinado, congruencia y firmeza en sus acciones. En general es alguien en quien se puede confiar. Integridad es retomar el camino de nuestra verdad, es hacer lo correcto,     por las razones correctas, del modo correcto. Se relaciona al derecho de no ser objeto de vulneraciones en la persona física, como lesiones, tortura o muerte.
En el próximo escrito hablaremos de Confidencialidad, Competencia y Confiabilidad y como ser Congruente.

Edwin Conrado Rivera, MPH tiene una Maestría en Salud Pública, es Autor del libro: 
“La Diabetes: El Árbol de las Enfermedades”, además es Auditor, & se desempeña como 
Maestro Entrenador Internacional “International Trainer & Coach”. 
Para conocer sus servicios, comuníquese con él en: EdwinConradoRivera@gmail.com


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